Diversas ciudades del país austral fueron escenario de las movilizaciones en rechazo a lo que consideran una injusta distribución de las cuotas de pesca. En dichas protestas hubo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

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Medios locales confirmaron que en Valparaíso, epicentro de las protestas, los carabineros recurrieron al uso de gases lacrimógenos y carros lanzaaguas para dispersar a los manifestantes, quienes respondieron con barricadas y consignas contra el gobierno y el Congreso.

En tanto, cuatro personas fueron detenidas.

“La Cámara de Diputados aprobó una cierta cuota de pesca para los pescadores artesanales y luego el Senado disminuyó esta cuota, dándosela a los empresarios de la industria pesquera. El peor Congreso de la historia”, denunció un dirigente del gremio pesquero.

Por su parte, en San Javier, la tensión escaló aún más cuando manifestantes incendiaron un carro lanzaaguas, un zorrillo y un furgón policial en medio de los enfrentamientos.

La policía reportó daños en la infraestructura pública y culpabilizó a los manifestantes.

De igual manera, el subsecretario del Interior, Luis Cordero, enfatizó que rechaza los actos violentos registrados en las protestas de pescadores artesanales en Maule y Valparaíso.

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